Briefing semanal con el Tarot. El Dos de Copas (invertido)

Briefing semanal con el Tarot. El Dos de Copas (invertido)

¡Bienvenid@ al espacio de mi blog dedicado al briefing semanal con el Tarot!

Mediante el Tarot desvelamos las oportunidades y retos que encontrarás esta semana para así estar bien preparad@ y exprimir al máximo de lunes a domingo.

El briefing semanal con el Tarot está enfocado a potenciar tu desarrollo y bienestar personal a través del Tarot como herramienta evolutiva y consciente.

¡Empezamos!

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Briefing semanal con el Tarot. El Dos de Copas (invertido)

Esta semana, seguimos sumergidos en las copas, el elemento agua, en referencia a aquello que tiene que ver con los afectos, con los anhelos profundos del corazón y los sentimientos que ello nos brinda.

En el hemisferio norte, por la cercanía del solsticio de invierno, las horas de penumbra son más que las de luz, y eso nos invita a la introspección.

Durante las últimas semanas, ha estado a nuestra disposición una energía que nos ha ayudado a disolver, ha vuelto más romo aquello que nos punzaba, nos irritaba, nos friccionaba. Como una gota tras otra que caen sobre lo que se manifiesta propicio a disolverse. Una limpieza en profundidad que nos sigue teniendo en remojo, empapándonos de nuestro verdadero sentir y permitiéndonos fluir hacia donde el amor nos lleva, pues desde allí hay menos resistencia frente a las dificultades.

Abrir el corazón es abrirse a la vida

La vida es una oportunidad y el amor representa el infinito, la fuerza que mueve el mundo. La gracia es el punto en el que podemos unir las dos cosas, en un equilibrio por lo menos alcanzable desde lo humano. Sentir la gracia es dejarnos sostener por la vida. Y la gracia se manifiesta en nosotr@s a través del vínculo. A través de ese vínculo podemos florecer, podemos conectar con la abundancia de la vida.

Amor personal, amor universal

Esta semana se muestra sobre todo la potencialidad, la acumulación de profundidad de sensibilidad y de sentimientos. Esa energía se acumula de forma pasiva y receptiva, como si de un sostén se tratara, dando espacio para la acumulación de afectos y la preparación para el amor.

Hemos de tener en cuenta que el amor, el desamor, a nuestra familia de sangre, lo sentimos desde un lugar en el que no hay posibilidad de elección. No los hemos elegido (ni ell@s a nosotr@s) desde nuestro amor personal, si no que han sido elegidos por nuestro amor universal, el de la conciencia. El amor universal se pone de manifiesto a través de nuestros vínculos familiares. La relación que tenemos con ellos, es, en gran parte, una elección que tomamos desde el amor personal.

En gran medida, podemos darnos cuenta que, los vínculos familiares resuenan sincrónicamente con los vínculos que establecemos con otras personas. Volver a la fuente, volver al núcleo, es volver para construir fuera de nuevo.
Volver al amor de la familia, es tomar una dosis de aquello que nos hizo crecer a partir de ese núcleo de esta manera,  para ver y agradecer lo que somos ahora.

En lo sistémico

Lo anterior tiene que ver con mi relación con La Madre. La madre que soy, la madre que tengo y La Gran Madre Cósmica. El Dos de Copas tiene que ver con nuestra capacidad de recibir y agradecer. Nuestra incapacidad o capacidad para ello marcará también nuestra manera de dar. E inevitablemente todo ello hace un espejo en nuestras relaciones y afectos más profundos, tanto conscientes como inconscientes. Nuestra autoestima está alimentada de ese flujo continuo de dar y tomar amor.

Cuidar ese vínculo, es cuidar lo que queremos que genere ese vínculo: cómo queremos que fructifique ese vínculo. Esa intención produce una dirección de acción: altruismo por nosotr@s mism@s y por quien queremos.

Esta semana es tiempo de reuniones familiares. Estamos preparad@s para las los encuentros que nos recogen y devuelven al nido familiar. Sea como sea, volvemos al núcleo del que vinimos y celebramos con los vivos y recordamos a los muertos. Démonos la oportunidad de vivir una Navidad diferente: donde los vínculos se manifiesten frente a nosotr@s y podamos mirar con los ojos del corazón.

Recuperando la autoestima

Existen señales que nos indican una vuelta a casa. No sólo desde lo literal (reunirnos con nuestra familia) si no simbólicamente. Volvemos a nosotr@s mism@s. Aunque el peligro es el narcisismo. Es esencial una dosis de ensalzamiento de lo bueno de un@ mism@, tanto como la aceptación de aquello de lo que no nos sentimos tan orgullosos.

A tener en cuenta

El periodo de soledad, de meditación, de sentir que estábamos más en lo trascendente de la semana pasada que en lo concreto, ha llegado a su fin. Ahora viene el aterrizaje pausado. Existe en nosotr@s una candidez, una reserva que anhela ser comprendida. Es recomendable estar más receptiv@ y pasiv@ estas Navidades. Ir tomando, pasito a pasito, los paisajes que nos traen esos encuentros. Tomarlos con calma y degustar lo que se nos brinda. Habrá que poner atención a la falta de confianza por el efecto de la tremenda sensibilidad.

Vigilar con cerrarse o mantenerse en el niño herido si algo nos sienta mal. Es mejor retirarnos o volver a ese espacio de silencio que la semana pasada creamos. Y seguir observando desde allí, desde ese lugar donde nos sentimos más segur@s.
A tener muy en cuenta las faltas de respeto. Decir las cosas desde el yo siento que…, yo sé que…,  yo percibo que…, así será más fácil la comunicación de lo que no nos gusta, no nos sirve y evitar así el dedo acusador.

Atención a la codependencia. También en el estar en el que se nos pague de la misma forma que lo que hemos recibido.

En lo económico

Sanear las relaciones en las que hay intercambio económico, es devolver el equilibrio a ese dar y recibir. Confundir o traspasar ese equilibrio acarreará sufrimiento y deudas no saldadas. Practica la honestidad frente al otro.